Seguidores

lunes, 4 de octubre de 2010



A veces, nos empeñamos en luchar contra imposibles; en querer que todo suceda como queremos, y no somos capaces de aceptar que nosotros no movemos los hilos de la vida.
No somos capaces de aceptar tampoco, que hay cosas que no dependen de nuestros deseos. Luego te das cuenta que a veces; es mejor no darte la cabeza contra la pared, que te das cuenta que eso te hace mal, y cambiarlo no esta dentro de las posibilidades. Pero no es resignación, es aceptación. Hay veces que luchar contra un imposible, además de resultar inútil, puede hacernos mucho más daño que el hecho en cuestión.

1 comentario:

M dijo...

Es muy cierto, hay que aprender a aceptar que las decisiones, a veces, no dependen solo de vos.
Hay que aceptar, al final.. se disfruta :) Te quiero muchisimo.